rtorrent funcionando en mi Raspberry Pi

19 junio, 2012

Por fin, después de una larga espera, recibí, hace una semana, mi Raspberry Pi, ese minúsculo ordenador del tamaño de una tarjeta de crédito que se alimenta con un cargador de móvil y con un precio más que asequible. Cuando lo vi anunciado en su día pensé: «podría utilizarlo como cliente rtorrent y apagar mi ordenador de sobremesa y dejar de gastar un montón de electricidad.» Así que, nada más recibirlo, me puse manos a la obra para dejarlo funcionando.

Lo primero que hice fue activarle el servicio ssh.Ha sido la única vez que lo tuve que conectar a una televisión. Una vez funcionando como servidor ssh no he tenido que volver a conectarlo a la televisión, todas las conexiones las he hecho por ssh. También le configuré tightvnc para poder conectarme a él en modo gráfico, aunque rara vez lo he hecho. Y por si acaso le instale Webmin para poder configurarlo vía web.

Una vez hecho todo esto le instalé screen y rtorrent. Screen sirve para poder ejecutar rtorrent en una consola en segundo plano a la que te puedes conectar por ssh desde cualquier otro ordenador. La ventaja que tiene sobre la consola normal es que si cierras la sesión ssh la consola sigue corriendo en segundo plano a la espera de que vuelvas a conectarte. Todo esto lo aprendí en el artículo del, por desgracia, ahora inactivo blog Tuxpepino. Recomiendo su lectura a todo aquel que quiera montar en su Raspberry o en cualquier máquina con linux un sistema similar al que yo he montado.

Después de instalar sin problemas tanto screen como rtorrent vía aptitude, el siguiente paso fue conectarle un disco duro externo. Por supuesto tuve que conectarle un disco externo con su propia fuente de alimentación, ya que los USB de la Raspberry no son capaces de alimentar a un disco duro externo sin alimentación. El cacharrillo no da para tanto.

Una vez conectado el disco y montado arranqué el rtorrent y ¡tachán! parecía que funcionaba. Puse a compartir algunas cosillas y a descargar algunas otras y durante unos minutos todo fue bien, hasta que de repente perdí la conexión por ssh. Volví a intentarlo una y otra vez y continuamente lo mismo: funcionaba unos 5 minutos y el raspberry se quedaba completamente bloqueado. ¡Vaya chasco!

Me puse a buscar en Internet cuál podía ser el problema y por suerte di con la siguiente página (en inglés): http://chri.stophr.be/node/228

Aquí explican cuál es el problema: al parecer el kernel que viene con la distribución por defecto (3.1.9) tiene un bug que hace que no sea capaz de manejar conexiones concurrentes en el bus que gestiona la tarjeta de red y los puertos USB, lo que hace que el sistema se bloquee. La solución la explican en la misma página y pasa por actualizarse a un kernel superior. Seguí los pasos de la página y con más miedo que vergüenza actualicé al kernel 3.2.19. Volví a probar rtorrent y ¡funcionaba! ¡Ya no se bloqueaba a las 5 minutos! ¡Gracias Cristophe por tu solución!

Pero a las pocas horas volví a tener problemas, el rtorrent se cerraba con un mensaje diciendo que había sido killed por el sistema operativo. Volvía a iniciar rtorrent y a las pocas horas volvía a ocurrir lo mismo. Rebuscando en internet vi que era porque el sistema se había quedado sin memoria RAM y para evitar colgarse había matado el proceso del rtorrent. ¡uf, más problemas! En el link anterior también explican como cambiar la configuración oficial de la raspberry para que use el sistema utilice el máximo posible de memoria ram: 224 Mb, dejando el resto para el procesador. Seguí los pasos que son muy sencillos y volví a probar con 224 Mb… y lo mismo. Ni con el máximo posible de memoria a su disposición el Raspberry era capaz de soportar rtorrent durante más de unas horas.

Me puse a buscar páginas que explicaran como optimizar rtorrent para máquinas con pocos recursos y encontré algunas cosas. En primer lugar modifiqué mi fichero .rtorrent.rc para añadirle la siguiente línea:

max_memory_usage = 176160768

Esa línea lo que hace es limitar a 168 Mb (168*1024*1024 = 176160768) la memoria que rtorrent pude utilizar. 168 Mb son el 75% de las 224 MB que el sistema tenía ahora libre, así que me parecía una buena idea configurarlo así, pero nada, a las pocas horas el sistema operativo volvía a matar el proceso de rtorrent. Buscando en varias páginas, la verdad es que han sido tantas que no recuerdo ya cuales, encontré que en máquinas con recursos limitados era recomendable restringir el número de conexiones de subida y de bajada. Asi que además de la línea anterior añadí las siguientes líneas:

max_pers = 10

max_downloads_global = 30

max_uploads = 5

max_downloads_global = 30

max_downloads_global = 30

Reinicié el rtorrent y ¡lleva ya más de 24 horas funcionando sin bloquearse!


Nuevo error de INGDirect

30 marzo, 2011

Estos de INGDirect me están empezando a hinchar las narices.

Vale que sus cuentas están muy bien, son fáciles de operar por Internet y demás, pero de vez en cuando ocurren cosas que ni ellos mismos entienden.

Hace una semana mi mujer recibió un email diciendo que su tarjeta de débito con banda magnética iba a caducar el día 6 de abril y que antes de esa fecha debía activar la nueva tarjeta de débito con chip incorporado que había recibido por correo. Pues bien, resulta que mi mujer no había recibido ninguna tarjeta de débito por correo, y lo que es más, la tarjeta que tiene ya trae incorporado el chip. Llamó por teléfono para que le dieran alguna explicación y le dijeron que era imposible que su tarjeta tuviera el chip incorporado ya que la fecha de caducidad era finales de 2012 y las tarjetas que se emitieron con esa fecha de caducidad no tenían incorporado el chip. Mi mujer siguió porfiando un rato por teléfono intentándo convencerles de que la tarjeta tenía chip a pesar de la fecha de caducidad, diciéndoles que la usa casi a diario y que cuando paga con ella tiene que introducir el pin, y que además tenía la tarjeta delante y podía ver perfectamente el cuadrado dorado de las conexiones del pin. Pues ellos erre que erre, diciendo que era totalmente imposible. El caso es que como no había recibido ninguna tarjeta por correo le dijeron que tenían que dar de baja la que le habían enviado, con lo que se invalidaría también la que tiene actualmente y que hasta que no le llegara la tarjeta nueva que le iban a enviar de nuevo se tendría que quedar sin tarjeta. Según ellos durante una semana. Ya han pasado 3 días, veremos qué ocurre.

Pero lo mejor es que ¡hoy he recibido el mismo mail! ¡Y mi tarjeta caduca en el 2014!. Les he llamado y me han dicho que si mi tarjeta caduca en el 2014 ya tiene el chip incorporado y que puedo ignorar el mail que he recibido por ERROR.

¡ERROR! Terrible palabra cuando está relacionada con tus cuentas bancarias.

Creo que voy a ir buscando otro banco. Paso del Fresh banking.


El método Twinvest de inversión

13 agosto, 2008

El método Twinvest es un sistema de inversión ideado por Robert Lichello, ideal para todos aquellos que no disponemos de una suma importante para invertir de golpe, pero que podemos permitirnos ahorrar e invertir una pequeña cantidad mensual o trimestral. Imaginemos que todos los meses pudieramos ahorrar 100 euros. Podríamos invertir el total de los 100 euros en un fondo de inversión o bien podríamos utilizar el método Twinvest. Veamos en qué consiste este método.

Para utilizar el sistema Twinvest necesitamos 2 cosas: un fondo de inversión y una cuenta bancaria con buena rentabilidad. Por ejemplo, yo utilizo el fondo S&P500 de INGDirect junto con una de sus cuentas naranja. La ventaja de INGDirect es que no te cobran comisiones por las aportaciones que hagas al fondo, y que generalmente la cuenta naranja tiene una buena rentabilidad. Además es muy cómodo operar a través de internet. La desventaja es que a veces meten la pata, véase lo que cuento aquí. Pero puede valer cualquier otro banco, por supuesto, o incluso comprar acciones de una compañía en lugar de utilizar un fondo de inversión.

Una vez que tengamos estas dos cosas tenemos que decidir qué cantidad podemos ahorrar todos los meses. Es mejor no ser demasiado optimistas y escoger una cantidad que efectivamente podamos ahorrar, si no el sistema se irá al garete. Vamos a suponer, por ejemplo, que podemos destinar 100€ mensuales. A continuación lo que tendríamos que hacer es calcular lo que Lichello llama el código Twinvest. Este código sólo hay que calcularlo al iniciar el método y permanecerá invariable durante toda el tiempo que continuemos con la inversión. Para calcularlo, tenemos que multiplicar por 0.75 la cantidad que queramos invertir mensualmente, y el resultado tenemos que multiplicarlo por el valor que tenga el fondo de inversión en el momento de hacer la primera aportación. En nuestro ejemplo vamos a suponer que el valor del fondo es de 5€. Multiplicaríamos 0.75 por los 100 euros de inversión y el resultado (75) lo multiplicaríamos por 5, obteniendo como código Twinvest 375. Este número tendremos que anotarlo pues lo necesitaremos para el resto de aportaciones. Si hubiéramos obtenido un número decimal lo podríamos redondear al entero más cercano.

¿Y cómo calculamos mensualmente qué cantidad debemos aportar? Pues muy fácil, dividimos el código Twinvest entre el valor que tenga el fondo. Como ya hemos dicho, en nuestro ejemplo el fondo tendría un valor de 5€ en la primera aportación. al dividir 375 entre 5 obtenemos 75. Esto quiere decir que debemos invertir 75 euros en el fondo de pensión y los otros 25 ingresarlos en nuestra cuenta de ahorro. Si al siguiente mes el valor del fondo ha bajado hasta los 4.80€, dividiríamos 375 entre 4.80 y obtendríamos un resultado de 78.125, es decir, invertiríamos 78.13€ en el fondo y lo que nos sobrase de los 100 euros lo ingresaríamos en nuestra cuenta. Si al siguiente mes el fondo sube a los 5.5€ haríamos lo mismo, dividimos 375 entre 5.5 y el resultado lo invertimos en el fondo, en este caso 68.18€. El resto de los 100 euros lo invertimos en la cuenta.

Lo que hacemos realmente es comprar más participaciones cuando están más baratas y comprar menos cuando están más caras, y mientras el dinero que vamos ingresando en la cuenta bancaria nos está generando intereses. Este dinero puede servirnos en el caso de que el valor del fondo baje mucho para comprar acciones muy baratas. Siguiente con nuestro ejemplo, si las participaciones bajasen a 3€, al calcular la cantidad que debemos invertir obtendríamos 125 (375/3), lo cual quiere decir que deberíamos invertir 125€. Como nuestra idea es invertir 100 euros mensuales, los otros 25 los pasaríamos de la cuenta de ahorro al fondo de inversión. De esta manera habríamos comprado gran cantidad de participaciones a un precio muy económico: 125/3=41,67 participaciones, que cuando volviesen a su valor inicial de 5€ valdrían 41,67*5=208€, dándonos un beneficio de 208-125=83€.

¿Qué ventajas tiene este método de inversión? La más atrayente es que obtenemos buena rentabilidad pero con menos riesgo. La segunda ventaja es que no tenemos que decidir cuánto queremos invertir cada mes, el sistema lo calcula por nosotros de forma automática.

Si nos os ha quedado claro, lo cual no me extraña con lo mal que me explico, podéis adquirir el libro de Lichello o bien buscar más información en Google. Por ejemplo yo he encontrado este enlace con un video explicativo en youtube


Mi gorra de Ubuntu

11 junio, 2008

Estoy que no quepo en mí de gozo… Ayer cuando llegué a casa me encontré en el buzón con el aviso de correos para que me pase a recoger el paquete que me ha llegado de Canonical. Resulta que hace unos 10 días les compré a través de Internet una gorra con el logo del sistema operativo que uso en casa: Ubuntu. Estoy deseando salir del trabajo y recogerla. La duda que tengo ahora es si cabrá en mi enorme cabezón aunque sea apalancando con el calzador de zapatos. En fin, le haré unas fotillos y las pondré por aquí. De momento podéis verlas aquí. Yo hasta ahora sólo les había pedido los CDs de instalación del sistema operativo, pero finalmente decidí comprarles algo. Por si os interesa además de gorras también tienen camisetas, mochilas, bolígrafos…

Perdonad que no haya actualizado el blog durante tanto tiempo. He cambiado de trabajo y ahora dispongo de menos tiempo. Pero eso lo contaré otro día…


ING Direct

25 marzo, 2008
Voy a contar la movida que tuve hace un par de meses con ING Direct, ya que es lo único que puedo hacer, patalear un poco. Abrí una cuenta naranja con ellos el verano pasado, y como la cosa iba bien decidí abrir también una cuenta nómina y, ya de paso, contraté un fondo de inversión para ir sacando partido a mis ridículos ahorrillos. La verdad es que todo funcionaba muy bien, arañaba unos eurillos de aquí y de allí que ni en sueños me hubiera dado mi anterior banco, CajaMadrid. Lo del fondo de inversión en concreto era bastante cómodo, simplemente tenía que conectarme a la página web y hacer una especie de transferencia desde una de mis cuentas al fondo de inversión con la cantidad que quisiera aportar al fondo. Yo en concreto me había propuesto aportar todos los meses unos 100 eurillos y a ver qué tal. Cuando llegó el mes de enero hice mi aportación mensual al fondo. Si habéis hecho alguna vez una transferencia a través de internet sabéis más o menos como funciona esto: rellenas los datos con la cuenta desde la que quieres hacer la transferencia, los de la cuenta a la que vas a transferir (en este caso a un fondo), introduces la cantidad, le das a aceptar, te piden una contraseña para validar la operación y ¡listo!, ya has hecho la transferencia o has metido dinero en el fondo. Yo hice todo esto y me desconecté de la web de ING Direct. Al día siguiente volví a conectarme para ver si ya se había hecho efectiva mi aportación al fondo, y cual fue mi sorpresa al ver que en lugar de una sola aportación había dos por el mismo importe. Claramente se trataba de un error de la aplicación web de ING, así que llamé para decir que había habido un error y que yo sólo quería hacer una aportación al fondo. Me atendió una señorita, bastante amable, todo hay que decirlo, y me dijo que se pondrían en contacto conmigo para subsanar la incidencia. Hasta aquí todo correcto… A los dos días, me llamó al móvil otra señorita, bastante borde, para decirme que no se podía hacer nada, que efectivamente había constancia de que el día tal a la hora tal, minuto tal yo había hecho 2 aportaciones al fondo. Yo le expliqué que había hecho una única operación, además de que es casi imposible que una persona pueda hacer 2 operaciones de este tipo en menos de un minuto, rellenando todos los datos e introduciendo la clave, que en el caso de INGDirect no es siempre la misma y cambia en cada operación. Le dije que todo parecía indicar que había habido un error en el sistema informático, pero como si hablara con la pared, seguía emperrada en que yo había sido el que había hecho dos operaciones, dándome a entender en todo momento que, o bien le estaba mintiendo o bien era un idiota rematado incapaz de recordar haber hecho 2 operaciones bancarias en el mismo minuto. Me explicó con tono impertinente que me imaginara, que había mucha gente que hacía a diario transferencias de miles de euros, y que si el sistema informático de ING permitiera esos errores el escándalo sería tremendo. Yo le dije que mi caso era una demostración de que esos escandalosos errores existen, que afortunadamente no había pasado nada porque la operación era entre mis cuentas y que pobrecillo al que le tocara un error de estos con una operación de miles de euros, aunque seguramente a ese «pobrecillo» le harían más caso que a mí. Se permitió decirme algo así como «le recomiendo que en su próxima operación a través de Internet…», pero ahí la colgué de mala leche, sin esperar a oír su consejo.
El caso es que ahora, cada vez que tengo que hacer una transferencia con ING Direct me da un mal rollo cuando llega la hora de darle al botón de aceptar…

El jugador

20 marzo, 2008
Acabo de terminar de leer El jugador del genial Fiodor Dostoyevski uno de los escritores a los que recurro cuando me apetece leer algo fuera de lo común. La primera obra suya que paso por mis manos fue Los hermanos Karamazov, una de sus últimas publicaciones, un pedazo de novela que terminó en noviembre de 1881, unos 4 meses antes de morir a la edad de 60 años. Después leí Crimen y castigo y hace unos meses terminé El idiota. Aunque suele decirse que Los hermanos Karamazov es su obra maestra, mi favorita es Crimen y Castigo. Si os gusta la literatura de verdad y estáis hartos de Bestsellers probad con cualquiera de ellas. Os aseguro que no os defraudará.
Al principio cuesta un poco leerlas, sobre todo porque tratan de unas costumbres, las rusas, que pueden parecernos algo chocantes. Y luego está el tema de acordarse de los nombrecitos rusos y sus diminutivos, por ejemplo, Rodión Románovich Raskólnikov aparece en Crimen y castigo indistintamente con los apelativos Rodya, Rodénka y Rodka, un verdadero lío, al menos para mí. Pero esto son males menores y por el placer de leer a Dostoyevski merece la pena hacer un pequeño esfuerzo.
El jugador, la última novela que he leído, narra la historia de un joven preceptor que trabaja para un antiguo general ruso y al que la ruleta le convierte en lo que hoy llamaríamos un ludópata irremediable. Dostoyevski estaba escribiendo Crimen y castigo y tuvo que dejarla a un lado para, a toda prisa, improvisar otra novela que debía entregar para cumplir el contrato que tenía con su editor. Al haber sido escrita bajo esas condiciones de apremio, El jugador no logra ser una obra meditada y profunda como las otras que he leído, es una obra ligera y divertida, pero se queda ahí, a sus personajes les falta el toque psicológico que hace memorables a los personajes de las otras obras. De todas formas, si os gusta Dostoyevski, os recomiendo que la leáis, así conoceréis al otro Dostoyevski, menos grave y más cómico e informal, pero como siempre un verdadero genio. A continuación dejo un fragmento con la descripción de mademoiselle Blanche, una maravilla:

[…] Mademoiselle Blanche es guapa. Pero no sé si me comprenderéis al deciros que tiene una de esas caras que pueden inspirar miedo. Por lo menos, a mí siempre me han dado susto esas mujeres. Tendrá seguramente sus veinticinco. Es alta y ancha de espaldas, de hombros redondos, garganta y pechos pingües; el color de la tez, moreno amarillento; el pelo, negro, como la tinta china, y enormemente copioso, como para dar trabajo a dos peinadoras. Los ojos, negros, con la niña amarilla; el mirar, descarado; los dientes, blanquísimos; los labios, siempre dados de carmín; exhala olor a almizcle. Viste de una manera efectista, con lujo, con chic, pero con mucho gusto. Pies y manos, maravillosos. Su voz… recia, de contralto. A veces se ríe a carcajadas, y al hacerlo así, muestra sus dientes; pero, por lo general, mira en silencio y con descaro…, por lo menos, a Pólina y a María Filíppovna. (Extraño rumor: María Filíppovna se vuelve a Rusia.) A mí me parece que mademoiselle Blanche no tiene cultura alguna, y es posible que tampoco sea inteligente; pero es suspicaz y astuta. Se me figura que en su vida no han faltado aventuras. […]


Las ratas

18 marzo, 2008
No, no os asustéis, no tengo una plaga de ratas en casa, ¡faltaba más!. Las ratas es el libro que acabo de terminar, obra de Miguel Delibes. Confieso que es el primer libro que he leído de este autor, y me ha gustado lo suficiente como para atreverme con alguno más. En cuanto pueda leeré Cinco horas con Mario, la que dicen que es su obra maestra.
Don Miguel nació en Valladolid en 1920, así que tiene exactamente 50 años más que yo. Escribió Las ratas en 1962. La novela está ambientada en una población rural de la Castilla profunda, y su protagonista, el Nini es un chiquillo con un don especial, al que todos consultan para saber si va o no a llover, como librarse de los topos o a qué se debe que no críen los conejos. Vive junto con el tío Ratero, cazador de ratas, que fritas constituyen un apreciado manjar en los pueblos de la zona. Poco a poco vamos conociendo a otros lugareños y descubriendo sus dramas y sus preocupaciones. Para abrir boca y que os animéis a leerlo os dejo un pequeño fragmento de muestra:

[…] El Nini, el chiquillo, tuvo una intervención directa en el asunto de los camachuelos. Los pájaros se los envió a la señora Clo, todavía pollos, su cuñada, la de Mieres, casada con un empleado de Telégrafos. Ella los encerró en una hermosa jaula dorada, con los comederos pintados de azul, y les alimentaba con cañamones y mijo, y por la noche introducía en la jaula un ladrillo caliente forrado de algodones para que los animalitos no echasen en falta el calor materno. Ya adultos, la señora Clo sujetaba entre los barrotes de la jaula una hoja de lechuga y una piedrecita de toba, aquélla para aligerarles el vientre y ésta para que se afilasen el pico. La señora Clo, en su soledad, charlaba amistosamente con los pájaros y, si se terciaba, los reprendía amorosamente. Los camachuelos llegaron a considerarla una verdadera madre y cada vez que se aproximaba a la jaula el macho ahuecaba el plumón asalmonado de la pechuga como si se dispusiera a abrazarla. Y ella decía melifluamente: «¿A ver quién es el primero que me da un besito?», Y los pájaros se alborotaban, peleándose por ser los primeros en rozar su corto pico con los gruesos labios de la dueña. […]


Orange vuelve a funcionar

14 marzo, 2008
¡Por fin! Vuelvo a tener ADSL y puedo escribir desde casa sin tener que hacerlo a escondidas desde el trabajo. Si recordáis los de Orange no podían darme soporte porque no estaba usando el Livebox que me dieron sino un router Zyxel de la competencia. Pues bien, encontré mi viejo Livebox y lo conecté, pero seguía sin línea. He vuelto a llamar a Orange y tras varios minutos de explicaciones, esperas y música horrible he recuperado la línea, eso sí, no han querido decirme qué pasaba. Todo feliz y contento he desconectado el router Livebox, he vuelto a conectar mi router Zyxel y me he llevado la desagradable sorpresa de que no conseguía coger línea… Temiéndome lo peor he revisado la configuración del router livebox y he visto que de alguna manera me han cambiado el encapsulamiento que antes tenía como VC a LLC. He cambiado esto mismo en el router Zyxel y maravilla de las maravillas conseguí conectar. Y digo yo, ¿no podían haberme dicho esto desde el principio? Según parece los routers Livebox pueden modificarlos desde la central, pero podían pasar un aviso, siquiera por mail, avisando de que la configuración de la conexión ha cambiado para que los que hayamos decidido usar otro router hagamos las modificaciones oportunas en la configuración.

Orange vuelve a fallarme

12 marzo, 2008
De nuevo estoy teniendo problemas con Orange y ya empiezo a deseperarme. Tengo contratada con Orange un ADSL de 1 Mb de bajada y 320 kbps de subida. Cuando volví de mis vacaciones de verano, allá por el mes de Agosto, noté que aunque seguía manteniendo la velocidad de bajada, no conseguía pasar de los 60-70 kbps de subida. Tengo 3 ordenadores, 2 con Ubuntu y uno con Windows XP, hice pruebas de velocidad con todos ellos, y los resultados no variaban. Probé a resetear el router Livebox que me proporcionó Orange pero nada… Finalmente llamé al servicio de atención al cliente para ver si podían ayudarme. Según ellos el problema se debía a que ¡un virus había infectado mis ordenadores y estaba ocupando mi ancho de banda! Intenté explicarles que era bastante improbable que mis ordenadores con Linux estuvieran infectados, y menos aún con el mismo virus que supuestamente afectaba al XP… Ni caso. Incluso les expliqué que uno de los Linux estaba recién instalado, pero según me dijeron lo habrían infectado los otros nada más conectarlo. Lo que hay que oír. Casualmente pude hacerme con otro router, un Zyxel, lo configuré, lo conecté y ¡oh, sorpresa! recuperé mi velocidad de subida. Llamé al servicio técnico y les comenté que curiosamente al poner otro router mis problemas (los supuestos virus) habían desaparecido. Me comentaron que no podían darme soporte sobre routers que no hubiesen sido proporcionados por Orange. Les dije que no quería que me dieran soporte, que sólo quería que me cambiasen mi router Livebox averiado… Me estuvieron mareando de mala manera, y al final, como tenía otro router que funcionaba pasé del tema. Como el router Zyxel me funcionaba bastante bien, me hice con otro router Zyxel, esta vez con WiFi y lo configuré igual que el otro para dejar uno de ellos como backup por si acaso. Los dos routers funcionaban perfectamente.
Pues bien, ayer llegué a casa después del trabajo, encendí uno de los ordenadores, y ¡tatatachán!, no tenía conexión. Resetee el router y nada, detectaba la línea pero no conseguía sincronizar. Lo desconecté, conecté el que tengo como backup y lo mismo, no sincronizaba.
Llamé a Orange, les comenté que tenía 2 routers y que con ninguno de ellos conseguía conectarme, con lo cual seguro que era un tema de la línea. El operador, siguiendo su guión establecido me dijo que conectara el router Livebox. Como no tengo ni idea de donde anda ahora el router Livebox, aunque imagino que debe estar enterrado bajo miles de cachivaches en mi trastero, le expliqué que ese router no funcionaba bien y que había optado por cambiar de router. Pues nada, me dijo que o conectaba el livebox o no podría ayudarme, que no podía darme soporte sobre routers de otras marcas. Le intenté convencer de que el problema no se debía a los routers, sino que estaba en la línea, pero fue como hablar con la pared. Harto ya, y como llevo una temporadita pensando en cambiar de proveedor le dije que me pasara con el departamento de bajas, que no estaba pidiendo soporte sobre mis routers sino que sólo quería que comprobaran mi línea. Pareció desconcertarse por un momento, pero finalmente accedió a pasarme con una señorita, a la que tuve que repetirle toooooodo el problema, pidiéndole nuevamente que, por favor, tramitara mi baja. Al ver que lo cosa iba en serio accedió a mandarme otro router livebox para que pueda hacer las pruebas con él, así que ahora me toca esperar a ver si llega el router nuevo, lo conecto y llamo al servicio técnico para que finalmente determinen que los problemas los tiene mi línea y que toca revisarla. Total, que por no limitarse sencillamente a revisar mi línea yo voy a estar 2 ó 3 días sin ADSL hasta que llegue el router (eso me han dicho, lo mismo me toca esperar mucho más tiempo) y ellos tienen que mandarme un router nuevo que les va a costar unos cuantos euros y que por otra parte yo no voy a usar más que para hacer el test… Una locura.
Y encima, de vez en cuando me bombardean por teléfono para que contrate más ancho de banda con ellos… ¡anda ya! Bueno, dejo de escribir, que tengo que echar un vistazo a las ofertas de otras compañías.

El desierto de los tártaros

10 marzo, 2008
Una de mis aficciones principales es la lectura. No soy un experto literato ni tampoco lo que se dice un gourmet literario. Me gusta leer casi de todo, desde los clásicos hasta las últimas novedades de ciencia ficción. Soy un lector compulsivo que cuando comienza un libro lo continúa hasta el final, aunque algún tostón infumable haya sido la excepción confirmante de la regla.
Ahora mismo estoy leyendo El desierto de los Tártaros, un libro del italiano Dino Buzzati que si hemos de hacer caso a la Wikipedia vivió entre 1906 y 1972. El libro que estoy leyendo lo escribió en 1940 y es considerado su obra maestra. Narra historia del teniente Giovanni Drogo, que recién ascendido es destinado a La Fortaleza, un bastión fronterizo que se ocupa de la defensa contra un hipotético ataque desde un inhóspito desierto en el que al parecer merodean los tártaros.
La edición que estoy leyendo es de la editorial Gadir e incluye un prólogo de Jorge Luis Borges. En dicho prólogo, Borges afirma que la obra de Buzzati recoge la influencias de Poe y de Kafka. En la Wikepedia relacionan, y creo que acertadamente, El desierto de los Tártaros con La montaña mágica de Thomas Mann, probablemente mi novela favorita y que forzosamente tendré que incluir en otra entrada del blog.
En 1976 Valerio Furlini la convirtió en película y tuvo bastante aceptación entre la crítica. Yo no la he visto, e imagino que no debe ser fácil encontrarla, así que no puedo deciros mucho de ella. Si alguien es capaz de conseguirla que me lo diga, pagaré bien.
A continuación os pongo un fragmento por si os anima a leerlo:

[…] Entretanto, el tiempo corría, su silencioso latido escande, cada vez más presuroso, la vida, no podemos detenernos ni siquiera un instante, ni siquiera para echar la mirada atrás. «¡Detente, deténte!», nos gustaría gritar, pero comprendemos que es inútil. Todo huye —los hombres, las estaciones, las nubes— y de nada sirve aferrarse a las piedras, resistir sobre algún escollo, los dedos, cansados, se abren, los brazos se aflojan inertes; nos vemos arrastrados de nuevo por el río, que parece lento, pero nunca se detiene.
Día tras día, Drogo sentía aumentar aquella misteriosa perdición y en vano intentaba contenerla. En la uniforme vida de la Fortaleza le faltaban puntos de referencia y las horas se le escapaban por entre los dedos antes de que lograra contarlas.
Pero había también la esperanza secreta por la que Drogo desperdiciaba la mejor parte de su vida. Para alimentarla, sacrificaba irreflexivamente meses tras meses y nunca bastaba. El invierno, el larguísimo inverno de la Fortaleza, fue tan sólo como un anticipo. Acabado el invierno, Drogo seguía esperando. […]